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Imágenes comentadas por Javier de la Puerta.

PARTIDO JUDICIAL DE QUINTANAR DE LA ORDEN (TOLEDO):

Puebla de Almoradiel, Quero, La Villa de Don Fadrique, Villanueva de Alcardete.

27.1

Desde El Toboso: ¡Viva la República y el Frente Popular!

Primitiva López Villegas, nacida en El Toboso (Toledo)  el año 1911, saluda vestida de miliciana, con el puño derecho suavemente cerrado y alzado, en la puerta de su casa, situada en la calle Silverio Yébenes 11 (El Toboso). La foto se hizo la víspera del Primero de Mayo del 36, cuando  Primitiva  iba a reunirse  con otras milicianas toboseñas para viajar a Toledo capital y participar en la multitudinaria marcha obrera que  se realizó al día siguiente  por las céntricas calles de esta histórica ciudad. En las elecciones que habían tenido lugar unos meses antes, el 16 de febrero del 36, el Frente Popular había ganado holgadamente las elecciones en Toledo capital, no así en el conjunto de la provincia. Hoy, finales de septiembre del 2005, con 94 años, mente y cuerpo ágil, Primi sigue fiel a las ideas que ha mantenido durante su ya larga vida

 

27.2

Un alto en la limpieza del "casino de los ricos".

Sólo 3 años separan esta foto de la anterior. En la foto anterior Primitiva López Villegas era una mujer libre  y  ahora es una presa política. Primi fue la primera persona detenida en El Toboso, el mismo 28 de marzo de 1939. Un mes y medio después, el 8 de mayo, varias cuerdas con un total de 113 presos políticos fueron trasladados a pie hasta Quintanar, localidad situada a 9 kilómetros de distancia. Las mujeres fueron encerradas durante varios días en la Ermita de San Sebastián, una de las cárceles provisionales que hubo por aquellos días, y los hombres en la iglesia parroquial.

Pero los vencedores querían más y se aprovechaban de las presas llevándolas a limpiar sus casas y sus centros sociales, a cambio de nada, ya que ellas sólo podían callar y obedecer, si no querían sufrir represalias. En esta foto vemos a Primi sentada en una silla del  Casino de la Llave ("de los Ricos" lo llama ella), junto a la puerta que da al jardín posterior de este círculo recreativo. ¿Indemnizarán alguna vez a nuestra amiga por las horas trabajadas allí a la fuerza? Menos mal que Joaquín Arnau, el fotógrafo catalán afincado en la Mancha, una de las muchas veces del año 39 en las que Primi limpió el Casino, pasó por allí y le pidió que posara para él. Por eso, hoy podemos ver esta foto y explicarla.

A los hombres los usaron para pavimentar calles, como las de San Francisco y Concepción, y otros trabajos de mayor dureza física, cuyos detalles podrán leer en el libro, cuando éste sea publicado.

 

27.3

Rosario Torres, ¡la Pasionaria comarcal!, y Gregorio Gallego.

Conseguir una foto de Rosario Torres ha sido una empresa harto difícil. Es como si Rosario no hubiera existido nunca,  ya que el franquismo la enterró físicamente  y,  también, hizo todo lo posible  para borrar su memoria.

La amnésica Transición Democrática no hizo nada para recuperar la memoria de aquellas personas que habían luchado por una España más democrática y más igualitaria,  en una sociedad muy injusta en la que cerca del cincuenta por ciento de la población era pobre de solemnidad y pasaba hambre. Con ese silencio, la Transición  permitió que siguieran vivas todas las mentiras que el Franquismo impuso durante 40 años.

Rosario había  nacido en   La Puebla de Almoradiel  (Toledo)  el año 1904,  en el seno de una familia de peones camineros.  Su desarrollada  inteligencia  propició que siempre se esforzara en mejorar su nivel educativo,  viviendo para ello algún tiempo  en Madrid.   Durante la República,  Rosario conoció  a Gregorio Gallego, natural de  El Toboso  y  miembro de la acomodada familia de los  Botines,  cuyo padre militaba en Izquierda Republicana,  el partido fundado por Azaña. Ambos,  Rosario y Gregorio,  militantes del PCE,  se convirtieron en dos de los principales  y  más activos dirigentes comarcales  de  este partido. Gregorio, además, durante la  guerra civil, fue uno de los principales líderes de la poderosa UGT de Quintanar. Ahora bien, esta frenética actividad los puso en el ojo del huracán  y al terminar la guerra  los vencedores  fueron a su caza  y  captura, organizando para ello una auténtica cacería,  aunque no se tratara de animales  sino de seres humanos.

Rosario  fue detenida  en la  casa familiar,  situada en la calle  San Francisco  de Quintanar, el 28 de marzo del 39, mientras que Gregorio lo fue como consecuencia  del intenso rastreo  realizado en toda la Comarca  a raíz de  la fuga  de José Manzanero,  y  otros trece presos, de la Cárcel de Quintanar, el 10 de noviembre de 1939.  Gregorio  estaba escondido  desde  finales  de  marzo. Al  principio en El Toboso y  desde septiembre en la casa de los peones camineros situada en la carretera de Quintanar  a  La Puebla,  residencia de los padres de Rosario,  su mujer.  Desde esta casa fue conducido a la antigua bodega de los Pi, (calle Pizarro  / carretera Villanueva)  reconvertida en prisión,  aunque  no llegó a tiempo de ver a su esposa,  ya que  ésta  había sido fusilada el 25 de octubre,  por la tarde.  De la bodega de los Pi  fue trasladado  a la cárcel de la calle Princesa  y  de aquí fue llevado a la Prisión de Ocaña el 21 de diciembre de 1940,  siendo fusilado en el cementerio de esta última localidad el 27 de marzo de 1941. Durante 1939, también habían sido fusilados, en el cementerio de Quintanar, el único hermano varón, Manuel, y el padre de Gregorio, Ángel, fusilados el 20 de junio y el 17 de noviembre, respectivamente.

Los dos hijos de Gregorio y Rosario, de corta edad,  Roger (1935) y Lina (1937),  se quedaron huérfanos de padre  y  madre,  pero esto poco importó a los “humanitarios”  vencedores de la Guerra Civil.

 

(Verano de 1943)

27.4

¡Esclavos por Dios y por la Patria!

Cuatro "ESCLAVOS" de la Mancha de Toledo delante del  Puente de la Pedrera, que cruza el Río Tajo en Castillejo-Añover de Tajo. Un destacamento penal compuesto por 70 presos políticos trabajaba,  en la construcción de este puente,  de sol a sol, pasando muchas horas dentro del agua en la primera etapa de su construcción. La empresa "Cimentaciones y Obras" era la responsable de la obra y de los "presos-esclavos" a su servicio. El jornal medio real de estos presos era de 4,75 Ptas. al día, que correspondía a un preso con esposa  e hijo. Una parte del salario teórico iba directamente a las arcas del Estado. 

Los presos,  necesariamente trabajadores especializados,  que realizaban estos trabajos, con condenas a 12 años y un día, o menos,  pernoctaban cada noche en la prisión y tenían prohibido el contacto con el público en sus desplazamientos de la prisión al lugar de trabajo.  Asimismo,  estos reclusos estaban separados de los demás presos. Las empresas que abusaron de los prisioneros políticos del franquismo todavía no han indemnizado a las muchas personas a las que explotaron en  difíciles condiciones, ni tampoco el Estado, el principal beneficiado, les ha resarcido justamente. Se desconoce el nombre del fotógrafo que realizó esta foto:

1.  Matías Vela Gil (Villa de D. Fadrique),  propietario de una copia de esta foto,  residente en su localidad natal  y de 93 años de edad.  Durante la Guerra Civil  fue  Teniente del Ejército de la República en el Batallón Luis Carlos Prestes,  cuyo Cuartel General  se encontraba en  la localidad toledana de  San Bartolomé de las Abiertas, siendo Capitán de este Batallón el quintanareño Ángel Vela Gallego, quien aparece en otra de las fotos  junto a unos payasos. Estando en la citada localidad, Matías fue herido por la aviación franquista, perdiendo desde entonces la mayor parte de las facultades de su brazo izquierdo, lo que no le libró de tener que trabajar como esclavo. Matías tiene una excelente memoria pese a su avanzada edad y escribe excelentes poesías relacionadas con la vida cotidiana y con el duro pasado que le tocó vivir en los terribles años 40. Él me ha pasado esta foto el 15 de septiembre del 2005.

2.  Ignacio Ortega Cáceres (Quero). Vive actualmente en Madrid, viajando de vez en cuando a su pueblo, Quero. En los primeros años de la Transición Democrática, Ignacio fue uno de los fundadores y dirigentes de la agrupación local de CCOO. 

3. Isaac (El Romeral). Vive en su localidad natal, El Romeral.

4. Otra persona, natural también de un pueblo de La Mancha de Toledo y cuyo nombre no recuerda Matías Vela. Desconozco todo respecto de esta persona. 

 

 

Esta foto pertenece a Victoria López Carpintero y me la ha pasado su hijo Francisco García López.

27.5

Segundo López Carìntero (Quero 1917 - Madrid 1950)

Esta foto fue realizada en los primeros años de la Posguerra, en el exilio francés, foto que Segundo envió a su familia y que ha sido conservada por su hermana, Victoria López Carpintero.

En los primeros meses de la Guerra Civil, Segundo se fue voluntario al Frente, incorporándose enseguida al cuerpo de Carabineros, con una de cuyas unidades luchó en el Frente de Teruel y en las batallas que hubo en el norte de Valencia y este de Aragón, en una de las cuales fue hecho prisionero por el bando sublevado, el 24 de mayo de 1938,  siendo llevado en calidad de reo a un batallón de trabajadores, desde el que se le dio la posibilidad de luchar por el bando franquista en el marco de la Legión, opción que Segundo aceptó y aprovechó,  consiguiendo pasarse, en la primera oportunidad que tuvo, a la España leal, la España republicana, donde se incorporó de nuevo al republicano Cuerpo de Carabineros, hasta que hacia el final de la GC, en febrero de 1939, cruzó la frontera francesa.

En el exilio francés colaboró con grupos de la CNT, regresando clandestinamente a España en 1946 y asentándose en Barcelona, ciudad en la que participó en la reorganización del sindicato anarquista CNT y en la que acabó siendo detenido el 19 de agosto de 1948, detención con la que se iniciaría la última etapa de su vida. Todo su proceso judicial se hizo en el marco de la jurisdicción castrense, recorriendo durante este período diversas cárceles del país, aunque estuvo la mayor parte del tiempo en la cárcel de Porlier (Madrid), adonde fue trasladado desde Barcelona en febrero de 1949.  En esta cárcel tendría que esperar 15 meses, hasta mayo del 50, para que finalmente un tribunal militar, tan ilegítimo como el régimen político en el que se sustentaba,  lo sometiera a un consejo de guerra.

Pese a que en el ámbito castrense se pensaba que la pena de muerte, a la que fue condenado el 22 de mayo del 50, le sería conmutada y a pesar de las cartas del propio Segundo pidiendo clemencia al Jefe del Estado, la sentencia fue confirmada. Poco se podía esperar de quien firmaba montañas de penas de muerte, al mismo tiempo que se tomaba un chocolate acompañado de bizcochos, con tanta indiferencia y olvidando algo tan elemental, como que detrás de cada uno de los expedientes firmados había una persona y una familia.

El 27 de junio de 1950, la Dirección General de Seguridad y la Capitanía General de Madrid, con el sello de urgente, activaron los preparativos necesarios para llevar a cabo la ejecución en la madrugada del día siguiente (*1), 28 de junio, avisando a la dirección de la cárcel, a los funcionarios afectados, al capellán de la prisión y al piquete de ejecución, entre otros. Y fue, precisamente, el jefe del piquete de ejecución quien puso punto y final a toda la maquinaria burocrática, informando por escrito de que a las 4 de la madrugada el piquete por él dirigido había acabado con la vida de Segundo López Carpintero (*2).

(1) Orden de ejecución de Segundo López Carpintero.

(2)

 

La víspera de su ejecución, Segundo había escrito tres cartas casi idénticas en las que se había despedido para siempre de sus seres queridos.  Una de esas tres misivas es la siguiente.

27.6

Certificado de inhumación de Segundo López Carpintero.

 

(Penal de Ocaña, últimos días del verano de 1942)

27.7

Con la familia, para la Merced, una vez al año.

La familia Carpintero ha dado varios líderes al Partido Comunista de España (PCE),  uno de los cuales, Primitivo, fue uno de los ideólogos de la agrupación local de La Villa de Don Fadrique (Toledo),  localidad  en la que el PCE  tuvo desde  los años 30 un gran arraigo, basado en la potente agrupación local de la UGT, creada en los años 20.

Tres de los hermanos, Primitivo, Emilio y Pablo, tuvieron un fin violento. Primitivo fue fusilado en el cementerio de Carabanchel (Madrid) el 14 de diciembre de 1944, después de haber sufrido durante cerca de seis años reiterados malos tratos, apaleamientos y las malas condiciones sanitarias de las cárceles de los años 40, durante su trasiego por las cárceles madrileñas de Torrijos, Yeserías y General Porlier (Provincial) y la prisión toledana de Ocaña. Los dos hermanos que sobrevivieron a la represión de los vencedores, en la posguerra, tuvieron que soportar muchos años de cautiverio en diversas penitenciarías de España. En esta foto, realizada en la Cárcel de Ocaña, vemos a Saturnino (con su hija Aidita en sus brazos) y a Ramón, antes de que los trasladaran a otros presidios del norte del país.

Origen imagen: Aidita Carpintero

 

1.- Piedad Martínez (Villanueva de Alcardete)

7.- Primitiva López Villegas (El Toboso)

10.- Francisca Marcos Sánchez (Villa de Don Fadrique)

 

27.8

Reeducando a las presas políticas en la Cárcel de Ocaña.

Cuando esta foto fue realizada habían pasado más de cuatro años (1531 días)  desde que había terminado la Guerra Civil Española, es decir, desde que el dictador, Franco, había leído su famoso parte de la victoria. Sin embargo, en la foto se ve con claridad que la Cárcel de Ocaña seguía repleta de presas políticas, a las que seguían intentando reeducar y humillar para convertirlas en franquistas y nacionalcatólicas, obligándolas a asistir a los actos religiosos, a saludar con el saludo falangista-nazi-fascista y a cantar los himnos de los vencedores de la guerra civil, aquellos a los que D. Miguel de Unamuno había dicho el 12 de octubre de 1936 en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca:

  “Éste es el templo de la inteligencia.  Y yo soy su sumo sacerdote.  Estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir. Y para persuadir necesitaríais algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho”. 

Además de los himnos y las misas, en la Prisión de Ocaña, se seguía fusilando a muchas personas  en junio de 1943, ya que hasta 1949 se fusiló en esta prisión, llamada entonces oficialmente "Reformatorio de Adultos de Ocaña".  En el Cementerio de Ocaña hay tres enormes Fosas Comunes que contienen los restos de más de 2.200 cadáveres de republicanos, 935 de diversas localidades de la provincia de Toledo y más de 1.200 de otras partes de España.  Además de los muchos presos fusilados, varios cientos murieron a causa de las palizas, de las torturas y de la falta de alimentación y nulas condiciones sanitarias, pues como dejó escrito el poeta Miguel Hernández en sus cartas, muchas de ellas escritas en esta Cárcel de Ocaña, los presos recibían plantas forrajeras como alimento principal.

Es importante entender que los consejos de guerra no eran juicios justos y que los presos políticos que pasaban por esos consejos estaban condenados de antemano, sin ninguna posibilidad ni de elegir abogado defensor ni de defensa de ningún tipo. La única opción que les quedaba era la de solicitar clemencia, o sea, que les fuera conmutada la pena de muerte, petición que era habitualmente rechazada, siendo concedida en un porcentaje muy pequeño. La sociedad española tiene que saber,  y transmitir a las nuevas generaciones, que más de 50.000 españoles fueron asesinados después de acabada la Guerra Civil. Los desaparecidos en Argentina, en los años 70, no llegan a 30.000 y en el Chile de Pinochet no alcanzan la cifra de 10.000. Comparen y lleguen a sus propias conclusiones, pero no antes de que sumen a los 50.000 citados los más de 100.000 que ya habían sido asesinados durante el transcurso de la guerra por los vencedores de ésta.

Esta foto me la ha pasado  Francisca Marcos,  de 93 años,  natural de  Villa de Don Fadrique (Toledo).  Francisca aparece en la foto con el número 1.

 

Abril de 1939

27.9

Presos de Villanueva de Alcardete y sus Guardianes.

Una hija de Baltasar Gallego ("Camorra") me ha pasado esta interesante y poco habitual fotografía en la  que no se ve  una gran tensión  entre los presos  y  sus tres guardianes falangistas, aunque esto no nos debe llevar a engaño, pues la represión fue brutal en Villanueva de Alcardete,  con varias  personas asesinadas por las palizas  a lo largo del mes de abril de 1939,  antes de que trasladaran a todos los presos/as políticos desde Villanueva a Quintanar de la Orden,  distante 10 kilómetros y cabeza de partido, el 10 de mayo de 1939. De todas formas, los apaleamientos continuaron en las diferentes prisiones establecidas en Quintanar,  lugares en los que toda persona de derechas podía entrar y  apalear tranquilamente,  inclusive hasta la muerte,  a los más de 1000 presos políticos que se hacinaban en las cárceles y el campo de concentración establecidos en Quintanar por los vencedores. La vida de un "rojo"  no valía absolutamente nada  en aquellos primeros años de la posguerra y cualquiera que no fuera de derechas podía ser asesinado a la luz del día, con luz y taquígrafos, con total y absoluta impunidad. Los presos pasaron  de la Iglesia Parroquial de Villanueva  a  la  Ermita de la Virgen de Gracia, muy cerca de la anterior, y desde esta ermita fueron sacados los 11 presos que vemos en la foto,  acompañados de los tres guardianes,  para hacer diversos trabajos, de limpieza del cuartel de la Guardia Civil local,  manualidades con el esparto, etc... ¿Adivinan ustedes qué recibieron los presos por los trabajos realizados?

 

27.10

Villanueva de Alcardete:  DENUNCIANDO a MENORES de edad:

 ¡Encarceladas a causa de denuncias similares a ésta!

  Las fuerzas vivas de Villanueva de Alcardete, por medio de un Comité, están trabajando duramente desde la finalización de la contienda, denunciando a vecinos de izquierdas, muchos de los cuales están encarcelados desde finales de marzo, aunque este número no parará de crecer.  En la parte superior izquierda de la foto está escrito el número 151, que era el número de denuncias recibidas por el citado comité hasta el 14 de mayo del 39. La iglesia parroquial (que ya había sido cárcel en el verano del 36) vuelve a ser convertida en prisión, lugar de torturas, apaleamientos y asesinatos. No será el único lugar de Villanueva, ya que la ermita de la Virgen de Gracia recibirá también esta función. Claro, estas reconversiones temporales contaban con el visto bueno del propietario de los dos edificios citados, el Obispado de Cuenca.

 Respecto de la persona denunciada en la carta, Sagrario Solera Recuero, nacida en mayo de 1921, había cumplido en los días de la denuncia 18 años, siendo denunciada por "haber cometido unos hechos en 1936" que, de ser ciertos, supondría que Sagrario sólo habría tenido la edad de 15 años cuando los realizó. Sin embargo, la edad penal mínima estaba establecida en 16 años y, por lo tanto, sólo el Tribunal Tutelar de Menores tendría que acoger la citada denuncia.  Esto importará muy poco a los autollamados "de orden"  y  a las autoridades militares  establecidas en Quintanar, durante cerca de dos años.  

 Aunque José Roldán Cañizares, el denunciante, validó la carta de denuncia en el cuartel de la guardia civil de Villanueva, el Comandante del puesto no estuvo de acuerdo con las acusaciones que hacía J. Roldán y en un informe que tuvo que escribir en octubre del mismo año, 1939, redactó que no había ninguna constancia de que Sagrario hubiera cometido los actos de los que se le acusaba:

José Roldán Cañizares había sido detenido al principio de la GC, al igual que su hermano Luciano. En el transcurso de la contienda, y en uno de los frentes secundarios de la provincia de Cuenca, Luciano fue denunciado por sus ideas conservadoras y asesinado. Desde luego, un asesinato no puede justificar en absoluto los deseos de venganza de nadie, sobre todo si esa venganza se dirige contra personas que no habían participado en ese crimen. Muchos inocentes de Villanueva fueron asesinados (fusilados en el argot militar de la época) después de haber recibido denuncias similares a ésta. Otros salvaron sus vidas, pero sólo después de muchos malos tratos, años de cárceles, pérdida de su trabajo, de sus bienes, etc.

 Luciano Roldán Cañizares tiene su nombre inscrito en la cruz de los caídos de Villanueva desde poco después del final de la GC. Sin embargo, la mayor parte de los casi 80 ciudadanos de Villanueva asesinados después de la GC no tiene su nombre inscrito en ninguna parte, a excepción de los 19 que están enterrados en la Fosa de Quintanar.

 A fin de cuentas, Sagrario Solera estuvo encarcelada desde finales de marzo del 39 hasta enero del 41, siendo finalmente liberada el 5 de enero de 1941 por su minoría de edad, sin que se llegara en ningún momento a profundizar debidamente en las acusaciones contenidas en la carta de denuncia, acusaciones que ella siempre negó: